El domingo 18 de septiembre, el mensaje principal de mi homilía fue que Dios tiene todo que ver con todo aspecto de nuestra vida. El evangelio, de Lucas 16: 1-13, era la parábola del administrador deshonesto. Entonces yo pregunté si Dios tiene algo que ver con dinero … con la familia … con la política … Esperaba una respuesta retumbante “¡Sí!” a cada pregunta. Cuando pregunté sobre la política, un hombre se levantó y me preguntó por quién yo iba a votar. Yo le respondí que no tenía nada que ver por quien yo votaría, porque Dios tiene algo que decir sobre la política, no importa cuál es mi partido o candidato preferido. Dios … el evangelio de Jesucristo nos habla sobre la justicia, la honestidad, la caridad, la dignidad humana, la fraternidad, el cuidado de los pobres y vulnerables, etcétera. El evangelio y, para nosotros católicos, la enseñanza de la Iglesia enseñan sobre el valor fundamental de la vida humana y el bien común de todo ser humano. Estas enseñanzas son una guía y un reto, a la vez, para todo político y servidor público. Son importantes para nosotros especialmente este año de una elección general.
Los Obispos Católicos de los Estados Unidos han aprovechado la oportunidad para publicar
Formando la Conciencia para Ser Ciudadanos Fieles para guiarnos en nuestras responsabilidades como “católicos fieles y ciudadanos estadounidenses con derechos y deberes como participantes en el orden civil.”
Se puede descargar el documento
Formando la Conciencia para Ser Ciudadanos Fieles de la página de internet de la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU.:
Yo les recomiendo que lo lean, lo estudien, lo discutan, y lo compartan. Estos son algunos puntos del documento que me llaman particularmente la atención:
5. Esta declaración pone de relieve el papel de la Iglesia en la formación de la conciencia y la responsabilidad moral que le corresponde a cada católico de escuchar, recibir y actuar según la doctrina de la Iglesia en la tarea para toda la vida que es la formación de su propia conciencia. Las más importantes de esas enseñanzas son los cuatro principios básicos de la doctrina social católica: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiariedad y la solidaridad (Compendio de la doctrina social de la Iglesia, no. 160). Con esta base los católicos están mejor equipados para evaluar posturas políticas, los programas de los partidos políticos y las promesas y acciones de los candidatos a la luz del Evangelio y la doctrina moral y social de la Iglesia para ayudar a construir un mundo mejor.
11. Hay quienes preguntan si es apropiado que la Iglesia juegue un papel en la vida política. Sin embargo, la obligación de enseñar acerca de las verdades morales que deberían dar forma a nuestra vida, incluida nuestra vida pública, es un elemento central de la misión que Jesucristo encomendó a la Iglesia. Lo que es aún más, la Constitución de los Estados Unidos protege el derecho de cada creyente y de cada institución religiosa a participar y decir lo que piense sin interferencias gubernamentales, favoritismos o discriminación. …
12. La comunidad católica brinda contribuciones importantes al diálogo político sobre el futuro de nuestra nación. Ofrecemos un marco moral coherente — surgido de la razón humana básica iluminada por la Sagrada Escritura y la doctrina de la Iglesia— para analizar las cuestiones, las plataformas políticas y las campañas. También aportamos una amplia experiencia en el área de servicio a los necesitados, educando a la juventud, cuidando de los enfermos, dando techo a los desamparados, ayudando a las mujeres con embarazos difíciles, alimentando al hambriento, dando la bienvenida a los inmigrantes y refugiados, ofreciendo nuestra solidaridad a nivel global y promoviendo la paz. Celebramos, con todos nuestros prójimos, el compromiso históricamente robusto con la libertad religiosa en este país que ha brindado a la Iglesia la libertad para servir al bien común.
Espero que los tres párrafos les den ganas de leer todo el documento de los Obispos. Yo creo que nos están hablando de nuestro papel como ciudadanos católicos en este momento de nuestra historia.